domingo, 8 de noviembre de 2015

Tamadaba, septiembre de 2015.


Con estas vistas al Roque Nublo comenzó una pequeña aventura familiar de la que guardo un grato recuerdo y unas cuantas fotografías. Un mes después las reviso y las selecciono con cierta añoranza de mi tierra. Desconocía entonces que los derroteros de la vida, tan caprichosa a veces, me llevarían, unas pocas semanas más tarde, lejos de allí. Salir de las cuatro paredes de mi casa, de las lindes de la urbe, del puñado de calles de siempre y pasar la noche en medio de un paraje desconocido y bien rodeada, se presentaba prometedor. 

Avidez de belleza, de avivar la llama de inocencia que se sorprende con los detalles pequeños de la vida o con la imponente obra de la naturaleza. Eso tenía. Tamadaba avivó esa llama, con sus espesas nieblas de la tarde, envolviendo en un fantasmagórico halo sus pinos y sus precipicios, que nacían traicioneramente tras rocas silenciosas. Y un ansia de trascendencia brotaba de esos espacios infinitos y silenciosos que la niebla sugería o desvelaba al descorrer su velo. Y entre sus ramas resuenan todavía melodías ancestrales. 

Tres timples, Los gofiones. Pieza de un grupo grancanario 
propio para estos parajes.

El bosque encantado.


En el último mes del otoño,
Al final
De la amarga vida,
Colmado de tristeza,
Yo entré
A un bosque sin nombre y sin hojas.
Lo cubría por completo
El blanco cristal
Lechoso de la niebla.
Por las ramas claras
Lágrimas limpias caían
Como de árboles que lloran en la víspera
De este invierno vacío de color.

Y ahí sucedió un milagro:
Al atardecer
El azul brilló en las nubes
Y un rayo vivo, como en junio, atravesó
Desde los días futuros mi pasado.
Y lloraron los árboles la víspera
Del trabajo noble y la abundancia,
De la ventisca alegre que aletea en el azul.

Los pájaros guiaban la ronda,
Como las manos que por el teclado
Urdían los acordes más sublimes.


Arseni Tarkovski, 1978. (1)

Y después, el vacío.


La hora dorada.




Nota: Todos los derechos de estas fotografías están reservados.

Fuente
(1) Extraído del blog poetasdelsigloveintiuno, que cuenta con un gran caudal de poesía clasificada por países y comunidades autónomas.

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5 comentarios:

  1. Hola Miriam! Me ha encantado tu post. Tus fotografías son un canto a la naturaleza, muy bellas y expresan tu gran sensibilidad.
    La música es preciosa, y ésa caracola ... :-)
    Es un placer leerte, gracias por compartir tanta belleza.
    Un gran abrazo, querida Miriam.

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    1. Hola, Encarni! Qué ilusión tu comentario. Muchísimas gracias! Un abrazo y seguiré compartiendo mis pequeñas aportaciones. :)

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  2. Qué bonitas fotos Miriam, me dan ganas de volver a casa :)

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  3. No había tenido tiempo de verlas hasta ahora. Muy bonitas ;)

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