Como en el café Guerbois, donde los impresionistas hacían tertulias con artistas de otra índole, hablaré de mis incursiones en el mundo de las artes bajo el prisma de una amante de la belleza, añadiendo mis reflexiones y aforismos como pequeña filósofa y esteta.
sábado, 8 de abril de 2017
Miradas en blanco y negro
Cuando se conoce bien una ciudad se la puede fotografiar bien, de la misma manera que se conoce bien una ciudad fotografiándola. Eso mismo me ha ocurrido a mí. Tras unos años en Valladolid creo haberla conocido en profundidad descubriendo la belleza de sus costumbres y de la vida de sus gentes. Recientemente me he propuesto cambiar el tema de mis fotografías dedicándome más a las personas y sus pequeños actos cotidianos, que encierran una gran belleza. Como une pétite voyeuse he captado algunas escenas en el marco de las luces y sombras que tanto me atraen y he observado que sus protagonistas, metidos en el fragor que les ocupa, no son conscientes de que están formando parte del bellísimo escenario de un gran cuadro; un cuadro del que queda grabado, tan sólo, un fugaz parpadeo, para luego seguir su transcurso entremezclando otras personas en otros lugares hasta desembocar en la mar.
The beatitudes, Vladymir Martinov interpretado por Kronos Quartet.
Para esto he dejado a un lado el preciosismo de la réflex por la espontaneidad y comodidad que aporta la cámara del móvil. Es cierto que se pierde nitidez, pero en contrapartida, me ha ayudado a descubrir una nueva faceta, como es la fotografía de calle. Y no sólo eso. Hasta entonces no acababa de entender qué aportaba el uso del monocromo y cuándo era más conveniente supeditar el color en favor de éste. Pero, tras haberlo probado en una de las fotografías de esta saga, se me ha abierto un nuevo horizonte. El aire especial que da hace que una escena de lo más corriente quede como sublimada por la mirada estética y eso, difícil de explicar con palabras, me ha impactado mucho, haciéndome mirar a mi alrededor de otra manera: líneas, formas, texturas... La misma realidad bajo otro prisma. (Para verlas correctamente, hacer click sobre la foto).
La vida en la urbe
Tradición y juventud
El reformista
Un domingo cualquiera
El periódico
"Podéis ir en paz"
Imaginando otras tierras
Muralla oriental
Mediterráneo
Maybe, in Paris
Arrivederci
Paseantes solitarios
Ya queda menos
Pasando el testigo
Enjaulado en su libertad
La espera
Quietud
Cerezos en la noche
Merienda de marujas
La ciudad encantada
Tres en raya
Antes de la tormenta
Silencio espectral
Día de la colada
De vuelta a casa
La hora de la siesta
Sweet home
Nota
Todos los derechos quedan reservados. Posts relacionados
Hola, Miriam, veo que te prodigas con escasez. De vez en cuando entro en tu blog, para sumergirme en tu bellas ideas y universo estetico. Tambien me ha dado sumo placer identificar la mayor parte de los lugares de tus fotografias. Pero como el buen vino, tardas tiempo en producirte. Un muy cordial saludo del exiliado vallisoletano (ver blog de junio 16).Juan Carlos
Ahora que retomo el blog me he dado cuenta de que no te había contestado. Muchas gracias por comentar, siempre es un placer el feedback. Ciertamente me prodigo con escasez, ¡como bien dices! Espero hacerlo más a menudo y me alegro que te guste. Un saludo afectuoso!
Tenía abandonado el mundo bloguero y ha sido un placer encontrarme con tu colección de fotos. Estupenda y con un aire como de otro tiempo.
ResponderEliminarSaludos.
Qué alegría este reencuentro! Aprecio mucho el comentario. Es cierto que parecen de otra época. Un saludo
EliminarHola, Miriam, veo que te prodigas con escasez. De vez en cuando entro en tu blog, para sumergirme en tu bellas ideas y universo estetico. Tambien me ha dado sumo placer identificar la mayor parte de los lugares de tus fotografias. Pero como el buen vino, tardas tiempo en producirte. Un muy cordial saludo del exiliado vallisoletano (ver blog de junio 16).Juan Carlos
ResponderEliminarAhora que retomo el blog me he dado cuenta de que no te había contestado. Muchas gracias por comentar, siempre es un placer el feedback. Ciertamente me prodigo con escasez, ¡como bien dices! Espero hacerlo más a menudo y me alegro que te guste. Un saludo afectuoso!
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